Referencia : G. Kasparov (excampéon del mundo)
Paul Charles Morphy (1837-1884). Nació en Nueva Orleáns en el Estado de Luisiana. Comenzó a jugar el ajedrez a los 10 años y a los 12 ya derrotaba al maestro local Ruso y poco después derrotaría a Löwental en gira por el sur de los Estados Unidos.
Paul era ya un maravilloso niño prodigio, que asombraba a su familia por su portentosa memoria, que todo lo registraba. Su juego se distinguía por su inventiva, además de la exactitud en el cálculo y la metódica realización de sus planes. Pero lo esencial era que, gradualmente en el jugador más erudito de su tiempo. Llegó a dominar varios idiomas y a estudiar libros de aquel tiempo de: Philidor, Staunton, Anderssen, Bilguer, …etc. Sobresale en el Congreso Americano de Ajedrez organizado en Nueva York participando 16 destacados ajedrecistas. Como en el torneo de Londres se adoptó el sistema K.O. por eliminatorias con mini encuentros entre los participantes, a 3 victorias y la final a 5. Morphy se clasifica para la final con el famoso maestro Alemán Luis Paulsen (+5-1=2) proclamándose Campeón de los Estados Unidos. La partida más famosa del match es la sexta a continuación:
Los periódicos decían:
“ Morphy domina el secreto de su invencibilidad “
De La Bourdonais:
“ Para mi luchar contra este hombre es inútil, dada su tremenda fuerza. Su precisión, como un mecanismo, siempre resultan mortíferos”
Anderssen:
“Morphy trata el ajedrez con la seriedad y la conciencia de un artista….Para él el ajedrez es un deber sagrado”.
Morphy abandonó el ajedrez para siempre a comienzos de los sesenta, se desencadenó en Estados Unidos la Guerra de Secesión y se perdió un Gran Maestro del ajedrez a sus 47 años en 1884 el Legendario Ajedrecista Americano fallecía.
¿Cuál era el secreto de la invencibilidad de Morphy?
Creo que en su caso se conjugaba un talento natural y una brillante erudición. Su juego constituyó el siguiente paso hacia una fase más madura en el desarrollo del ajedrez. Morphy tenía un fuerte “instinto posicional” innato y por consiguiente, puede considerársele como el “primer prototipo” de fuerte gran maestro del siglo XX. Como ya había sucedido con Philidor, Morphy estaba muy por delante de su tiempo.
Euwe: “ si el rasgo distintivo de un genio es que se encuentra mucho más avanzado que su época, entonces Morphy era un genio ajedrecístico en el más pleno sentido del término”
Lasker: “ En Paul Morphy se reencarnó el espíritu De La Bourdonnais, en forma aún más fuerte, firme y orgulloso. Morphy descubrió que la brillante jugada del maestro está, en esencia, condicionada no por una repentina e inexplicable iluminación, sino por la situación de las piezas en el tablero. Introdujo la regla según la cual las jugadas brillantes y las profundas maniobras ganadoras sólo son posibles en aquellas posiciones en las que el rival puede oponérsele un exceso de energía activa. Desde las primeras jugadas, Morphy trataba de poner de manifiesto la energía interna contenida en sus piezas. Lo cierto es que, de repente, sus piezas poseían mayor dinamismo que las fuerzas enemigas”.
Capablanca: “ Al revisar la historia del ajedrez, desde La Bourdonnais hasta los maestros actuales, como Lasker, descubrimos que el mayor estilista fue Morphy. No buscaba combinaciones complicadas, pero tampoco las evitaba, lo que es la forma correcta de jugar. Su principal fuerza lo constituye no su habilidad combinativa, sino su juego posicional y su estilo. Morphy lograba la mayoría de sus victorias jugando de forma simple y directa, y este método sencillo y lógico es lo que constituye la verdadera brillantez de su juego, al menos si lo consideramos desde el punto de vista de los grandes maestros”.
Alekhine: “ ¡Cuánta más vivida y más rica se nos parece la figura de Morphy, cuánto más claro es el secreto de su éxito, si nos trasladamos a la época en que vivió y creó, si nos tomamos las molestias de estudiar, siquiera un poco, a sus contemporáneos! Sigamos su paso por Londres y, sobre todo por París, donde las tradiciones de Philidor seguían vivas, donde las inmortales creaciones de La Bourdonnais y McDonnell permanecen en nuestra memoria, en un tiempo, en fin, en el que seguía vivo Anderssen y en el que sólo con brillantez apenas podía sorprender a nadie. La fuerza invencible de Morphy, ésa fue la razón de su éxito y la garantía de su inmortalidad”
Botvinnik: “ Hasta hoy, Morphy es un maestro insuperable en el juego abierto. Para comprender cuán grande fue su significación, basta constar la evidencia de que nada sustancialmente nuevo se ha creado en ese campo desde Morphy. Cada jugador (del principiante al maestro) debería reproducir, una y otra vez, las partidas del genio norteamericano “.
Fischer: “ Una teoría popular es que si Paul Morphy regresase hoy al ajedrez, y jugase contra los mejores jugadores contemporáneos, perdería. Nada está más lejos de la verdad. En un match, Morphy vencería hoy a cualquier jugador vivo. Morphy era quizá el jugador más preciso de cuántos han vivido. Tenía una visión completa del tablero y nunca cometía errores, a pesar de que jugase con mucha rapidez, pues sólo en raras ocasiones necesitaba más de cinco minutos para decidir por una jugada, mientras que sus oponentes, por entonces, a menudo se tomaban horas”.
Smyslov: “ No hay duda de que para Morphy el ajedrez era un arte, ni de que para el ajedrez Morphy era un gran artista. Su juego estaba formado por la frescura de pensamiento y una inagotable energía. Jugaba con inspiración, sin molestarse por penetrar en la psicología de su oponente. Jugaba, si podemos expresarlo así, un ajedrez puro. Su armonioso comprensión posicional y una profunda intuición hubieran hecho de Morphy un oponente muy peligroso incluso para los más calificados jugadores de nuestra era”.
Se diría que cada Campeón del mundo considera a Morphy bajo el prisma de su propio enfoque del ajedrez. Cada uno de ellos encontró en él la fuente de su propia fuerza. Aún así, más allá de todo lo ya dicho, Morphy puede considerarse el verdadero padre fundador del ajedrez moderno.
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