Por : Garry Kasparov/ ex-campeón mundial
La época de los grandes exploradores y emperadores ya ha pasado, pero siguen quedando algunos territorios por descubrir. Podemos explorar nuestros propios límites y los límites de nuestras vidas. Disponer de un mapa personalizado es esencial, trazar las fases de observación que nos llevará a dibujar ese mapa, el mínimo común denominador nos sirve de muy poco. No obtendremos ninguna ventaja, ninguna mejora de lo que es obvio o idéntico para todos. Debemos mirar más alto y cavar más hondo, ir más allá de lo básico y universal. Si damos el primer paso más allá de las reglas, empezamos a crear patrones que nos distinguen de todos aquellos que han desplazado un peón alguna vez en su vida.
Adquirir patrones y la lógica para emplearlos, se suma a nuestras cualidades inherentes para crear un sujeto que toma decisiones. La experiencia y el conocimiento se enfocan a través del prisma del talento, que en sí mismo puede ser desplazado, modificado y educado. En esa combinación está el origen de la intuición, un instrumento absolutamente único para cada uno de nosotros. Ahí empezamos a ver la influencia de la psicología individual y cómo nuestras decisiones expresan nuestra estructura emocional, lo que llamamos el estilo de un jugador de ajedrez. El ajedrez es un instrumento ideal para examinar esas influencias, porque para destacar en la partida, nos vemos obligados a analizar las decisiones que tomamos y cómo hemos llegado a esas decisiones. Autoanálisis, no podemos seleccionar y elegir qué estilo nos gustaría tener. Lo que debemos hacer, al contrario, es detectar qué es lo que nos funciona mejor, y luego a base de retos y dificultades, desarrollar nuestro propio método. ¿De qué carezco? ¿Cuáles son mis puntos fuertes? ¿Qué clase de desafíos tengo tendencia a evitar y por qué?. El método del éxito es un secreto, porque sólo se puede descubrir analizando nuestras propias decisiones. No se puede enseñar a tomar mejores decisiones, pero se puede aprender de uno mismo.
Debemos hacernos conscientes de nuestro sistema de toma de decisiones, que , a base de práctica, mejorará nuestro comportamiento intuitivo, inconsciente. Ese comportamiento antinatural es necesario porque, como adultos, tenemos patrones adquiridos, buenos y malos. Para corregir los malos y mejorar los buenos, debemos tomar un papel activo en el proceso de mayor concienciación.
Los factores fundamentales, las habilidades y cualidades esenciales que actúan al tomar una decisión. La estrategia, el cálculo, la preparación; debemos entender esos fundamentos y descubrirlos en nosotros. Evaluación y análisis ¿qué cambios son necesarios y porque? , examinar sutiles métodos para combinar todas esas cosas y mejorar nuestra actuación. La psicología y la intuición afectan todos y cada uno de los aspectos de nuestras decisiones y sus resultados. Debemos desarrollar nuestra habilidad para ver el panorama completo y para manejar y aprender de la crisis.
Esos momentos decisivos son auténticas encrucijadas: cuando escogemos un ramal del camino sabiendo que no podremos volver atrás. Vivimos de esos momentos que, a su vez, definen nuestras vidas. Aprendemos quiénes somos y lo que realmente nos importa. Luego, el "secreto" será perseguir esos retos en lugar de evitarlos. Esa es la única forma de descubrir y explorar todos nuestros talentos. Desarrollar nuestra propia impronta personal permite que tomemos decisiones mejores, que tengamos confianza en nuestro instinto, y que sepamos que, sea cual sea el resultado, nos habremos fortalecido. Ese, para cada uno de nosotros, es nuestro personal secreto del éxito.
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